Las semillas de chía son un gran añadido nutricional a tus comidas. Sin embargo, consumirlas en exceso puede interferir con ciertos medicamentos y pueden suponer un riesgo de asfixia.
Originarias de la planta Salvia hispanica, las semillas de chía son tan nutritivas como versátiles.
Puedes encontrarlos en varios platos como puddings, flapjacks y postres en capas.
Una característica interesante de las semillas de chía es su capacidad para absorber líquidos, convirtiéndose en una sustancia gelatinosa. Esto las convierte en una opción popular para espesar recetas o incluso para sustituir a los huevos en la repostería vegana.
Más allá de sus usos culinarios, las semillas de chía destacan por su notable contenido en nutrientes y sus posibles ventajas para la salud.
Aun así, es importante tener en cuenta que, aunque son beneficiosos para la mayoría de las personas, abusar de ellos puede provocar algunas reacciones no deseadas.
Este artículo profundiza en los posibles inconvenientes del consumo excesivo de semillas de chía.
Las bondades de las semillas de chía
Una razón clave por la que muchos incluyen las semillas de chía en su dieta es su rica nutrición. Están repletas de fibra, proteínas, grasas beneficiosas y minerales esenciales.
Una simple onza (unos 28 gramos) de semillas de chía puede satisfacer hasta el 42% de tu necesidad diaria de fibra. Además, obtienes una cantidad saludable de fósforo, magnesio, calcio y omega-3.
Además, tienen una fuerte presencia antioxidante, que ayuda a combatir el daño oxidativo y podría reducir los riesgos de enfermedades crónicas.
Dada su densidad de nutrientes, no es de extrañar que las semillas de chía estén relacionadas con numerosos beneficios para la salud.
La investigación demostró que una dieta con nopal, proteína de soja, avena y semillas de chía conducía a la pérdida de peso, a la reducción de las grasas en sangre y a una menor inflamación.
Además, las semillas de chía se encuentran entre las mejores fuentes vegetales de omega-3. Los omega-3 pueden aumentar el colesterol HDL “bueno”, disminuir el colesterol LDL “malo”, reducir las grasas de la sangre y combatir la inflamación.
Si se consumen en las cantidades adecuadas, las semillas de chía pueden mejorar tu salud.
Resumen: Las semillas de chía, repletas de fibra, proteínas, omega-3, antioxidantes y minerales esenciales, pueden ayudar a controlar el peso, disminuir la inflamación y equilibrar los niveles de colesterol.
Demasiadas semillas de chía pueden causarte molestias estomacales
Las semillas de chía son ricas en fibra, ya que ofrecen 11 gramos por cada porción de 28 gramos (1 onza).
Aunque la fibra es vital para la salud, ya que ayuda a la digestión y alimenta las bacterias beneficiosas para el intestino, su exceso no siempre es bueno.
El consumo excesivo de fibra puede provocar molestias estomacales como gases, hinchazón, estreñimiento, diarrea y calambres abdominales.
El riesgo de estos problemas aumenta si comes mucha fibra sin beber suficiente agua. El agua ayuda a que la fibra se mueva sin problemas por tu sistema digestivo.
Las personas con afecciones como la colitis ulcerosa o la enfermedad de Crohn deben tener cuidado. Cuando tengan un brote, tal vez deban reducir el consumo de semillas de chía y otros alimentos ricos en fibra.
Aunque un consumo elevado de fibra a largo plazo puede proteger contra estas enfermedades inflamatorias intestinales, durante los brotes activos es aconsejable limitar temporalmente la fibra para aliviar los síntomas.
Para la mayoría, para evitar problemas digestivos, es mejor introducir gradualmente la fibra en la dieta y mantenerse bien hidratado.
Resumen: Consumir mucha fibra puede provocar a veces molestias digestivas. Las personas con ciertas afecciones intestinales podrían tener que extremar la precaución con las semillas de chía durante los síntomas activos.
Las semillas de chía pueden suponer un peligro de asfixia
Aunque las semillas de chía suelen ser seguras, pueden suponer un riesgo de asfixia. Esto es especialmente cierto para quienes tienen problemas para tragar.
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El riesgo surge de la capacidad de las semillas de chía de expandirse hasta 10-12 veces su tamaño cuando encuentran agua.
Aunque esta característica de expansión es útil en las recetas, puede ser peligrosa si las semillas obstruyen la garganta.
Se registró un caso en el que un individuo de 39 años se tragó una cucharada de semillas secas de chía y luego bebió agua. Las semillas se expandieron dentro de su garganta, causándole una obstrucción. Tuvo que buscar atención médica de urgencia para eliminarla.
Para estar seguro, remoja siempre las semillas de chía durante al menos 5-10 minutos antes de comerlas. Las personas con problemas para tragar deben tener especial cuidado con las semillas de chía.
Resumen: Debido a su capacidad para hincharse significativamente en presencia de agua, las semillas de chía secas pueden suponer un riesgo de asfixia. Remójalas siempre antes de consumirlas, sobre todo si tienes dificultades para tragar.
Las semillas de chía y su posible relación con el cáncer de próstata
Las semillas de chía tienen un rico contenido en ácido alfa-linolénico (ALA), un tipo de ácido graso omega-3 que se encuentra principalmente en las plantas.
Todos necesitamos grasas omega-3 en nuestra dieta, ya que favorecen la salud cerebral y son buenas para el corazón.
Las personas que no comen pescado pueden beneficiarse del ALA, ya que puede transformarse en ácido docosahexaenoico (DHA) y ácido eicosapentaenoico (EPA), aunque sea en cantidades ínfimas. Puedes encontrar estas formas activas de omega-3 principalmente en el marisco.
Aunque los omega-3 suelen considerarse potenciadores de la salud, algunas investigaciones sugieren una relación entre la ingesta de ALA y el cáncer de próstata.
Un importante estudio en el que participaron 288.268 hombres señaló que consumir ALA podría aumentar las probabilidades de padecer cáncer de próstata avanzado.
Otro estudio destacó que los individuos con altos niveles de omega-3 en la sangre se enfrentaban a un mayor riesgo de cáncer de próstata que los que tenían niveles más bajos.
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Sin embargo, los hallazgos no son consistentes. Algunos estudios sugieren que el ALA puede proteger contra el cáncer de próstata.
Una revisión de cinco estudios diferentes reveló que los que consumían al menos 1,5 gramos de ALA al día tenían un menor riesgo de cáncer de próstata que los que consumían menos.
Otro amplio estudio con 840.242 participantes descubrió que consumir más ALA estaba relacionado con un menor riesgo de cáncer de próstata.
Sin embargo, es vital señalar que estos estudios sólo examinaron la relación entre el ALA y el cáncer de próstata sin tener en cuenta otros factores influyentes.
Es esencial investigar más para aclarar la conexión entre el ALA y el riesgo de cáncer de próstata.
Resumen: Existen pruebas contradictorias sobre la ingesta de ALA y el riesgo de cáncer de próstata. Algunos sugieren que aumenta el riesgo, mientras que otros creen que podría reducirlo. Es crucial realizar más investigaciones.
Reacciones alérgicas a las semillas de chía
Aunque es poco frecuente, algunas personas pueden tener una reacción alérgica tras consumir semillas de chía.
Los signos de las alergias alimentarias pueden ir desde vómitos, diarrea y picor en los labios o la lengua.
En situaciones extremas, las alergias pueden causar anafilaxia, una afección grave que provoca problemas respiratorios y opresión en la garganta y el pecho.
Ha habido casos de alergias a las semillas de chía, aunque poco frecuentes.
En un caso concreto, un hombre de 54 años comió semillas de chía para controlar su colesterol, pero pronto tuvo síntomas como mareos, dificultad para respirar, urticaria e hinchazón.
Si pruebas las semillas de chía y notas alguna reacción alérgica, deja de comerlas y acude inmediatamente al médico.
Resumen: Aunque poco frecuentes, las semillas de chía pueden provocar reacciones alérgicas en algunas personas, que se manifiestan en síntomas como problemas estomacales, picores o incluso signos más graves. Si notas algún síntoma, lo mejor es que consultes a un profesional médico.
Posibles interacciones de la medicación con el consumo de semillas de chía
Aunque en general las semillas de chía son seguras, si tomas medicamentos para el azúcar o la tensión arterial, conviene vigilar su consumo.
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Consumir semillas de chía en grandes cantidades podría alterar la eficacia de algunos de estos medicamentos.
Medicamentos para la diabetes
Las investigaciones indican que las semillas de chía pueden reducir significativamente los niveles de azúcar en sangre.
Esto se debe probablemente a que las semillas de chía son ricas en fibra, lo que puede retrasar la absorción de azúcar en el torrente sanguíneo, ayudando a estabilizar el azúcar en sangre.
Para muchos diabéticos, el consumo moderado de semillas de chía puede ser beneficioso para controlar el azúcar en sangre.
Pero recuerda que las dosis de insulina se adaptan a cada persona para controlar las fluctuaciones de azúcar en sangre.
Consumir demasiadas semillas de chía podría provocar una bajada de azúcar en sangre, lo que podría requerir algunos ajustes en tu dosis de medicación para la diabetes.
Medicamentos para la tensión arterial
Las semillas de chía también tienen propiedades que ayudan a reducir la presión arterial.
Un estudio reveló que consumir semillas de chía durante un periodo de 12 semanas provocó un descenso de la presión arterial, junto con signos de reducción del azúcar en sangre y de la inflamación.
Esto se debe a que estas semillas están repletas de grasas omega-3, que se sabe que tienen propiedades anticoagulantes y pueden ayudar a reducir la presión arterial.
En un estudio en el que participaron 90 personas con tensión arterial elevada, los suplementos de omega-3 durante ocho semanas redujeron la tensión arterial sistólica en una media de 22,2 mm Hg y la tensión arterial diastólica en 11,95 mm Hg. Pero hay que tener en cuenta que los participantes se sometían a diálisis, por lo que este hallazgo podría no aplicarse a todo el mundo.
Aunque las personas con hipertensión pueden apreciar los beneficios de las semillas de chía para reducir la tensión arterial, estas semillas pueden intensificar los efectos de los medicamentos para la tensión arterial, lo que podría provocar una tensión arterial extremadamente baja.
Resumen: Las semillas de chía tienen la capacidad de reducir tanto el azúcar como la presión sanguíneas. Si tomas medicamentos relacionados, es crucial que ajustes tu ingesta de semillas de chía para evitar posibles conflictos.
Reflexiones generales sobre las semillas de chía
Las semillas de chía son densas en nutrientes y tienen numerosas ventajas para la salud, lo que las convierte en una parte beneficiosa de la mayoría de las dietas.
Pero todo es cuestión de equilibrio. Consumirlos en exceso puede tener inconvenientes.
Si acabas de empezar, prueba con 28 gramos (1 onza) al día, y observa cómo reacciona tu cuerpo antes de aumentar gradualmente la cantidad.
Mantente bien hidratado mientras aumentas tu consumo de fibra, y recuerda remojar las semillas de chía durante un rato antes de comerlas.
Si se toman con moderación, las semillas de chía pueden ser un gran componente de una dieta equilibrada.
Pero escucha siempre a tu cuerpo. Si notas alguna reacción adversa después de consumir semillas de chía, es mejor que hagas una pausa y acudas a un experto en salud.