Una sabrosa taza de té puede disipar el frío del invierno, proporcionarte un chute de energía durante el día u ofrecerte tranquilidad por la noche.
Para preparar té, hay que remojarlo en agua caliente. El remojo extrae el sabor y los compuestos beneficiosos para la salud de los sólidos utilizados para hacer té.
Este artículo explica las mejores formas de preparar el té para que puedas disfrutar de una taza perfecta en todo momento.
Té verdadero o de hierbas
No todo el té es igual, y las técnicas de remojo varían según el tipo de preparación.
Los verdaderos tés proceden de la planta Camellia sinensis, como el té negro, el verde, el oolong y el blanco. Su sabor, color y contenido en antioxidantes difieren según cómo se oxiden las hojas antes de secarlas.
Los verdaderos tés se secan como hojas sueltas o en bolsitas de té.
Las infusiones, también llamadas tisanas, no son verdaderos tés. Son infusiones o decocciones hechas con raíces, hojas, tallos o flores de hierbas y plantas, como el hibisco, la menta, el rooibos, la manzanilla, la cúrcuma o el jengibre.
A menudo se utilizan ingredientes secos, pero también puedes preparar tisanas con ingredientes frescos.
La técnica básica de remojo es la misma para ambos tipos, pero las cantidades necesarias para preparar una taza varían entre los ingredientes secos y los frescos. El tiempo de infusión y la temperatura del agua necesarios para extraer los mejores sabores también pueden variar.
Resumen: Los tés verdaderos proceden de la planta Camellia sinensis, mientras que las infusiones proceden de diversas partes de otras plantas. La mejor forma de infusionar cada tipo difiere.
Empieza con ingredientes frescos
Si preparas una tisana con ingredientes frescos, como hierbas, jengibre o raíz de cúrcuma, es mejor utilizarlos poco después de cortarlos o comprarlos.
Las hojas de té secas tienen una larga vida útil si se conservan secas en un recipiente hermético y fuera del alcance de la luz directa. Sin embargo, un almacenamiento prolongado puede afectar negativamente a la calidad, el sabor y el aroma.
Los verdaderos tés contienen compuestos antioxidantes polifenólicos llamados catequinas, teaflavinas y tearubiginas. Son responsables de muchos de los beneficios del té para la salud, pero se degradan con el tiempo.
Los investigadores que controlaron los antioxidantes del té verde almacenado a 20°C (68°F) descubrieron que los niveles de catequinas se reducían un 32% al cabo de 6 meses.
La calidad del agua también influye en el sabor del té. El agua del grifo rica en minerales o tratada con cloro desprenderá un sabor desagradable, por lo que lo ideal es que utilices agua fresca, fría y filtrada cuando prepares el té.
Resumen: La taza de té más sabrosa y saludable empieza con ingredientes de calidad y agua fresca, fría y filtrada. El té seco tiene una larga vida útil, pero con el tiempo pierde parte de su sabor, aroma y antioxidantes beneficiosos para la salud.
Tiempo y temperatura
Para preparar té, vierte agua caliente sobre los ingredientes y déjalos reposar unos minutos. No es una ciencia exacta; debes experimentar para encontrar el sabor adecuado. Dicho esto, he aquí algunas pautas generales.
Una temperatura más caliente o un tiempo de infusión más largo no son necesariamente mejores. Por ejemplo, en los estudios realizados, el té verde preparado de esta forma obtuvo peores puntuaciones en cuanto a color, sabor, aroma y aceptabilidad general.
Por otra parte, si el tiempo de reposo es demasiado corto, no extraerás suficientes sabores y antioxidantes.
Los investigadores analizaron la cantidad total de antioxidantes polifenólicos extraídos a lo largo del tiempo del té negro y descubrieron que se tardaba entre 6 y 8 minutos en extraer la cantidad máxima.
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También conviene recordar que el contenido de cafeína aumenta con el tiempo de infusión. Los tés verdaderos tienen cantidades variables de cafeína. Una taza de té negro de 178 ml contiene 35 mg de cafeína, mientras que la misma ración de té verde contiene 21 mg.
Dejar reposar el té un minuto más aumenta el contenido de cafeína hasta un 29%, y el agua hirviendo lo aumenta hasta un 66%.%.
Remojo en caliente
Remojar el té con agua caliente es la forma más rápida de preparar una taza deliciosa. He aquí algunas pautas sobre el mejor tiempo y temperatura de infusión para varios tés populares:
- Té blanco: 4-5 minutos a 79°C (175°F)
- Té verde: 3-4 minutos a 79°C (175°F)
- Té oolong: 3-5 minutos a 91°C (195°F)
- Té negro: 3-4 minutos a 91°C (195°F)
- Té de hierbas seco (por ejemplo, manzanilla seca, menta, hibisco, melisa): Hasta 15 minutos o según las instrucciones del fabricante a 212 °F (100 °C)
- Infusión de hierbas frescas (por ejemplo, hierbas frescas, jengibre, cúrcuma): 5-15 minutos para hierbas tiernas, 15-30 minutos para raíces picadas o ralladas a 212 °F (100 °C)
El té verde suele ser el más delicado, mientras que el té negro y el de hierbas son más indulgentes con la temperatura y el tiempo de infusión.
Remojo en frío
El remojo en frío puede ser la mejor opción si vas a tomar el té helado. Al remojar el té en agua fría a temperatura ambiente, se obtiene un té menos amargo y más aromático, con un mayor contenido en antioxidantes.
Sin embargo, cuanto más baja sea la temperatura de remojo, más tiempo tardará la infusión: en la mayoría de los casos, hasta 12 horas.
Un estudio descubrió que el remojo a 4°C (40°F) durante 12 horas extrae y retiene más polifenoles que el remojo durante 3-4 minutos en agua caliente.
El estudio también descubrió que el remojo durante 3-5 minutos a 80°C (175°F) seguido de la adición de hielo producía un sabor y un contenido de antioxidantes similares a los del método de remojo en frío de 12 horas, lo que lo convierte en una alternativa rápida.
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Resumen: El remojo extrae los antioxidantes, la cafeína, los sabores y los aromas del té. Con agua caliente, se tarda hasta 5 minutos en preparar una buena taza, mientras que el remojo en frío tarda hasta 12 horas y produce un té de sabor más suave y más rico en antioxidantes.
Herramientas, técnicas y consejos
Aunque existen herramientas especiales para ayudarte a infusionar el té, también puedes hacerlo de forma sencilla y seguir infusionando como un experto.
Como mínimo, necesitas una taza de té, una bolsita de té y una tetera. Coloca la bolsita de té en la taza. Llena la tetera con agua fresca, fría y filtrada, y llévala a ebullición, o casi, si estás preparando té verde o blanco.
A continuación, vierte el agua sobre la bolsita de té en la taza. Cubrir la taza de té con un platito es opcional, pero hacerlo ayudará a retener más compuestos aromáticos. Déjalo reposar unos 5 minutos o a tu gusto.
También necesitarás una bola de té de metal o un infusor para sujetar las hojas de té sueltas. Mide 1 cucharadita de hojas de té secas o 1 cucharada sopera de ingredientes frescos por taza de 177-237 ml (6-8 onzas).
Coloca las hojas en la bola de té o infusor y sumérgelas en una taza de agua caliente durante el tiempo adecuado.
Utilizar hojas sueltas requiere algunos utensilios más para remojarlas, pero a cambio, tienes una mayor selección de variedades que el té en bolsitas, lo que permite más combinaciones de sabores y beneficios para la salud.
Además, las hojas sueltas pueden volver a infusionarse, por lo que esta opción resulta más económica a largo plazo. Los investigadores descubrieron que, aunque el té en bolsitas era mejor para una sola infusión, la mayoría de las versiones de hojas sueltas seguían mostrando actividad antioxidante después de la sexta infusión.
Para preparar té en frío, es una buena idea preparar varias raciones al mismo tiempo en una jarra grande, ya que el tiempo de infusión es muy largo. Llena una jarra con agua fresca y fría, y añade 1 bolsita de té o 1 cucharadita de té seco en infusor por cada 177 ml (6 onzas) de agua.).
Resumen: Una bolsita de té, una taza y una tetera de agua caliente pueden producir una taza de té perfectamente infusionada. Preparar té de hojas sueltas requiere algunos utensilios más, pero a cambio ofrece variedad y, a menudo, la posibilidad de volver a infusionar las hojas.
Resumen
Remojar el té en agua caliente o fría permite extraer los sabores, aromas y compuestos beneficiosos para la salud únicos de las hojas secas o de otros ingredientes secos o frescos.
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Aunque existen recomendaciones sobre los tiempos y temperaturas de infusión ideales para los distintos tipos de té, experimentar con tus propios métodos de infusión te permitirá descubrir cuál es el mejor sabor para ti.
Si te gusta el té y quieres ampliar tu paladar, los tés de hoja suelta pueden añadir sabores interesantes y beneficios para la salud, a la vez que son más respetuosos con el presupuesto y el medio ambiente.