El ajo es un ingrediente que proporciona un gran sabor a los platos y se puede encontrar en la mayoría de las cocinas de todo el mundo.
Hay al menos 11 tipos de ajo que varían en sabor, color y tamaño.
Las formas más comunes son el ajo de cuello duro, el criollo, el negro y el de cuello blando, que es el que ves en la mayoría de las tiendas de comestibles.
Al elegir los bulbos de ajo, es mejor buscar los fragantes, llenos de dientes firmes.
Deben evitarse los bulbos con la piel seca, brotados o con zonas oscuras y podridas.
Una vez que lo hayas seleccionado, puede que te preguntes cuál es la mejor forma de almacenarlo, lo que puede suponer una gran diferencia en tu forma de cocinar.
Este artículo repasa las mejores formas de conservar el ajo.
Contenido
Cómo conservar el ajo fresco
Si se almacena correctamente, el ajo puede conservarse bien durante meses.
Hay algunas formas de almacenar el ajo adecuadamente sin que pierda sabor ni disminuya su vida útil.
A temperatura ambiente
Conservar todo el bulbo de ajo entero es la mejor manera de conservar el ajo fresco.
Una vez roto el bulbo, la vida útil del ajo disminuye. Normalmente, una cabeza de ajo rota dura unos 10 días.
La forma más fácil de conservar el ajo fresco en casa es a temperatura ambiente en bolsas de malla.
El ajo fresco se conserva mejor en lugares secos y oscuros. La temperatura ideal para almacenar el ajo es de unos 15-18°C (60-65°F) con una humedad suave.
En el frigorífico
El ajo también puede guardarse en el cajón de los alimentos crujientes del frigorífico.
Sin embargo, el ajo frío empezará a brotar unos días después de sacarlo del frigorífico.
Aunque el ajo germinado es comestible, no es lo ideal y ofrece un sabor más amargo.
Por lo tanto, si almacenas el ajo de esta forma, guárdalo en el frigorífico hasta que vayas a utilizarlo.
El ajo pelado o picado sobrante también se puede guardar en el frigorífico.
La mejor forma de conservar el ajo sobrante es ponerlo en un recipiente hermético y tapado en el frigorífico, donde puede durar hasta 2 semanas.
En el congelador
Otra opción para conservar el ajo es congelarlo.
Sin embargo, algunas personas opinan que el ajo congelado no es tan sabroso como el fresco.
La forma más fácil de guardar el ajo en el congelador es pelar los dientes, picar el ajo, añadir un poco de agua o caldo y congelarlo en bandejas de cubitos de hielo.
Los cubitos de ajo deben guardarse en un recipiente hermético en el congelador, duran hasta 1 mes sin perder sabor.
Resumen: El ajo puede conservarse bien durante meses si se almacena adecuadamente. Puede conservarse a temperatura ambiente o en el frigorífico o congelador.
Otras formas de conservar el ajo
Almacenar adecuadamente el ajo fresco es vital para mantener su sabor y maximizar su vida útil.
Sin embargo, hay otras formas de conservar el ajo además de en el frigorífico o el congelador.
Ásalo
Asar ajos en el horno no sólo es una forma sabrosa de disfrutar del ajo, sino también una manera de guardarlo en el congelador indefinidamente.
El ajo asado puede utilizarse de forma similar a como utilizarías el ajo fresco.
Para asar ajos, simplemente engrasa una fuente de horno con aceite de oliva y mete los bulbos en el horno a 175°C (350°F) durante unos 45 minutos.
Una vez cocidos, corta las puntas de los bulbos y los dientes y exprime los ajos tiernos en un recipiente hermético para congelar.
Refrigera el ajo asado hasta 1 semana o congélalo indefinidamente.
Asar el ajo en aceite impide que se congele del todo, por lo que es muy fácil utilizarlo cuando se necesita.
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Encurtir
Otra forma de conservar el ajo es encurtirlo.
Para encurtir ajos y guardarlos en el frigorífico, simplemente sigue el mismo proceso que seguirías para encurtir cualquier verdura. Se trata de un tarro, sal, vinagre y la verdura que quieras encurtir.
Aunque encurtir el ajo supone un poco más de trabajo, puede aumentar su vida útil a varios meses.
Ten en cuenta que el encurtido atenúa el sabor del ajo. Sin embargo, es un ingrediente delicioso en varios platos, como ensaladas, salteados y hummus.
Deshidrátalo
Otra forma fácil de conservar el ajo es deshidratarlo.
Pela los dientes y corta el ajo en láminas finas para deshidratarlo.
Lo mejor es utilizar un deshidratador de alimentos. Si no tienes uno, simplemente coloca las láminas de ajo en una bandeja para hornear y mételas en el horno a 45°C (115°F) durante unos 30 minutos.
Una vez que los ajos estén crujientes, guárdalos en un recipiente hermético a temperatura ambiente durante varios meses.
Las láminas de ajo deshidratadas también pueden añadirse al aceite para hacer un aceite con sabor a ajo, que puede utilizarse para aliñar ensaladas y otros numerosos platos.
Si preparas un aceite con sabor a ajo, guárdalo en el frigorífico, donde puede durar hasta 3 semanas.
Ten en cuenta que nunca debes poner ajo fresco y crudo en aceite. Esto crea un entorno para un tipo de bacteria llamada Clostridium botulinum, que causa botulismo, una enfermedad rara pero grave que ataca los nervios del cuerpo.
Sumario: El ajo puede conservarse de otras formas además de en el frigorífico y el congelador, como asado, encurtido o deshidratado.
Resumen
El ajo es un ingrediente delicioso y común que añade sabor y profundidad a muchos platos.
Aunque hay muchos tipos de ajo, la mayoría pueden utilizarse para cocinar en general.
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El ajo puede conservarse de varias formas, como a temperatura ambiente o en el frigorífico o el congelador. Para variar, también puedes asarlo, encurtirlo o deshidratarlo.
Aun así, la forma más sencilla y mejor de conservar el ajo fresco es en un lugar fresco y seco de tu cocina.