Una nota importante: Ningún suplemento curará o prevendrá la enfermedad. Con la pandemia de COVID-19 de 2019, es especialmente importante entender que ningún suplemento, dieta u otra modificación del estilo de vida que no sea el distanciamiento físico, también conocido como distanciamiento social, y las prácticas de higiene adecuadas pueden protegerte del COVID-19. En la actualidad, ninguna investigación apoya explícitamente el uso de ningún suplemento para protegerse del COVID-19.
Tu sistema inmunitario está formado por un complejo conjunto de células, procesos y sustancias químicas que defienden constantemente tu cuerpo contra los patógenos invasores, incluidos los virus, las toxinas y las bacterias.
Mantener tu sistema inmunitario sano durante todo el año es clave para prevenir infecciones y enfermedades.
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Explorar nuevas cocinasUn estilo de vida saludable, consumiendo alimentos nutritivos y durmiendo lo suficiente y haciendo ejercicio, es esencial para reforzar tu sistema inmunitario.
Además, la investigación ha demostrado que la suplementación con ciertas vitaminas, minerales, hierbas y otras sustancias puede ayudar a mejorar la respuesta inmunitaria y proteger potencialmente contra la enfermedad.
Sin embargo, ten en cuenta que algunos suplementos pueden interactuar con los medicamentos de prescripción o de venta libre que estés tomando. Algunos pueden no ser apropiados para personas con ciertas condiciones de salud. Asegúrate de hablar con un profesional sanitario antes de empezar a tomar cualquier suplemento.
Aquí tienes 15 suplementos conocidos por su potencial de refuerzo inmunitario.
1. La vitamina D
La vitamina D es un nutriente liposoluble esencial para la salud y el funcionamiento de tu sistema inmunitario.
La vitamina D aumenta los efectos de lucha contra los patógenos de los monocitos y los macrófagos -glóbulos blancos que son partes esenciales de tu defensa inmunitaria- y disminuye la inflamación, lo que ayuda a promover una respuesta inmunitaria.
Muchas personas tienen un déficit de esta vitamina vital, que puede afectar negativamente a la función inmunitaria. Los niveles bajos de vitamina D se asocian a un mayor riesgo de infecciones del tracto respiratorio superior, como la gripe y el asma alérgica.
Algunos estudios demuestran que la suplementación con vitamina D puede mejorar la respuesta inmunitaria. Investigaciones recientes sugieren que tomar esta vitamina puede proteger contra las infecciones de las vías respiratorias.
En una revisión de 2019 de estudios de control aleatorio en 11.321 personas, la administración de suplementos de vitamina D disminuyó significativamente el riesgo de infecciones respiratorias en las personas con deficiencia de esta vitamina y redujo el riesgo de infección en aquellas con niveles adecuados de vitamina D.
Esto sugiere un efecto protector general.
Otros estudios señalan que los suplementos de vitamina D pueden mejorar la respuesta a los tratamientos antivirales en personas con ciertas infecciones, como la hepatitis C y el VIH.
Dependiendo de los niveles sanguíneos, entre 1.000 y 4.000 UI de vitamina D suplementaria al día es suficiente para la mayoría de las personas, aunque las personas con deficiencias más graves suelen necesitar dosis mucho más altas.
La vitamina D ha sido muy investigada en relación con la COVID-19 por su efecto sobre el sistema inmunitario. Los estudios han demostrado que la vitamina D puede acelerar la curación y detener la inflamación en el sistema respiratorio.
Un reciente estudio de revisión rápida concluyó que se necesita más investigación para recomendar la administración de suplementos de vitamina D para la prevención y el tratamiento de la COVID-19.
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Sin embargo, muchos profesionales de la comunidad científica y de la salud sostienen que la administración de suplementos de vitamina D es generalmente segura y podría ayudar a proteger a las personas del virus.
Resumen: La vitamina D es esencial para la función inmunitaria. Unos niveles saludables de esta vitamina pueden ayudar a reducir el riesgo de infecciones respiratorias.
2. Zinc
El zinc es un mineral que suele añadirse a los suplementos y a otros productos sanitarios, como las pastillas, para reforzar el sistema inmunitario. Esto se debe a que el zinc es esencial para el funcionamiento del sistema inmunitario.
El zinc es necesario para el desarrollo y la comunicación de las células inmunitarias y desempeña un papel esencial en la respuesta inflamatoria. El zinc también protege las barreras tisulares de forma explícita en el cuerpo y ayuda a evitar la entrada de patógenos extraños.
Una deficiencia de este nutriente afecta significativamente a la capacidad de tu sistema inmunitario para funcionar correctamente, lo que provoca un mayor riesgo de infecciones y enfermedades, incluida la neumonía.
Según las investigaciones, el 16% de todas las infecciones respiratorias profundas en el mundo se deben a la carencia de zinc.
La carencia de zinc afecta a unos 2.000 millones de personas en todo el mundo y es muy común en los adultos mayores. Hasta el 30% de los adultos mayores se consideran deficientes en este nutriente.
La carencia de zinc es relativamente rara en Norteamérica y en los países desarrollados.
Sin embargo, muchos individuos en Estados Unidos tienen una deficiencia marginal de zinc relacionada con la ingesta o la absorción. Los individuos de edad avanzada suelen tener un mayor riesgo.
Numerosos estudios revelan que los suplementos de zinc pueden proteger contra las infecciones de las vías respiratorias, como el resfriado común.
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Además, tomar un suplemento de zinc puede ser beneficioso para los que ya están enfermos.
En un estudio realizado en 2019 en 64 niños hospitalizados con infecciones agudas de las vías respiratorias inferiores (IRA), la toma de 30 mg de zinc al día redujo la duración total de la infección y la duración de la estancia hospitalaria en una media de 2 días, en comparación con un grupo de placebo.
Un suplemento de zinc también puede ayudar a reducir la duración del resfriado común. Además, el zinc demuestra una actividad antiviral.
Tomar zinc a largo plazo suele ser seguro para los adultos sanos, siempre que la dosis diaria esté por debajo del límite máximo establecido de 40 mg de zinc elemental.
Una dosis excesiva puede interferir en la absorción del cobre, aumentando el riesgo de infección.
Resumen: Tomar un suplemento de zinc puede ayudar a proteger contra las infecciones de las vías respiratorias y reducir la duración de estas infecciones.
3. La vitamina C
La vitamina C es quizás el suplemento más popular para proteger contra las infecciones, debido a su papel esencial en la salud inmunitaria.
Esta vitamina favorece la función de varias células inmunitarias y aumenta su capacidad de protección contra las infecciones. También es necesaria para la muerte celular, que ayuda a mantener sano tu sistema inmunitario al eliminar las células viejas y sustituirlas por otras nuevas.
La vitamina C también funciona como un potente antioxidante, que protege contra el daño inducido por el estrés oxidativo, que se produce con la acumulación de moléculas reactivas conocidas como radicales libres.
El estrés oxidativo puede afectar negativamente a la salud inmunitaria y está relacionado con numerosas enfermedades.
Se ha demostrado que un suplemento de vitamina C reduce la duración y la gravedad de las infecciones del tracto respiratorio superior, incluido el resfriado común.
Una amplia revisión de 29 estudios en 11.306 personas demostró que la administración regular de suplementos de vitamina C en una dosis media de 1 a 2 gramos al día redujo la duración de los resfriados en un 8% en los adultos y en un 14% en los niños.
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Curiosamente, la revisión también demostró que la toma regular de suplementos de vitamina C redujo la aparición de resfriados comunes en individuos sometidos a un gran estrés físico, incluidos los corredores de maratón y los soldados, hasta en un 50%.
Además, el tratamiento con altas dosis de vitamina C por vía intravenosa ha mejorado significativamente los síntomas en personas con infecciones graves, como la sepsis y el síndrome de dificultad respiratoria aguda (SDRA) resultante de infecciones víricas.
Sin embargo, otros estudios han sugerido que el papel de la vitamina C en este entorno sigue siendo objeto de investigación.
Estos resultados confirman que los suplementos de vitamina C pueden afectar significativamente a la salud inmunitaria, especialmente en aquellas personas que no obtienen suficiente vitamina a través de su dieta.
El límite máximo de vitamina C es de 2.000 mg. Las dosis diarias complementarias suelen estar entre 250 y 1.000 mg.
Resumen: La vitamina C es vital para la salud inmunitaria. Un suplemento de este nutriente puede ayudar a reducir la duración y la gravedad de las infecciones del tracto respiratorio superior, incluido el resfriado común.
4. Saúco
La baya del saúco negro (Sambucus nigra), que se ha utilizado durante mucho tiempo para tratar las infecciones, se está investigando por sus efectos en la salud inmunitaria.
En estudios de probeta, el extracto de baya del saúco demuestra un potente potencial antibacteriano y antiviral contra los patógenos bacterianos responsables de las infecciones del tracto respiratorio superior y las cepas del virus de la gripe.
Además, se ha demostrado que mejora la respuesta del sistema inmunitario y puede ayudar a acortar la duración y la gravedad de los resfriados y a reducir los síntomas relacionados con las infecciones víricas.
Una revisión de 4 estudios de control aleatorio en 180 personas descubrió que los suplementos de saúco reducían significativamente los síntomas de las vías respiratorias superiores causados por infecciones víricas.
Un estudio más antiguo, de 5 días de duración, realizado en 2004, demostró que las personas con gripe que tomaron 1 cucharada (15 ml) de jarabe de saúco 4 veces al día experimentaron un alivio de los síntomas 4 días antes que los que no tomaron el jarabe y dependieron menos de la medicación.
Sin embargo, este estudio no está actualizado y fue patrocinado por el fabricante de jarabe de saúco, lo que puede haber sesgado los resultados.
Aunque se ha sugerido que el saúco puede ayudar a aliviar los síntomas de ciertas infecciones y del virus de la gripe, también debemos ser conscientes de los riesgos. Algunos informan de que las bayas de saúco pueden provocar la producción de un exceso de citoquinas, que podrían dañar las células sanas.
Por lo tanto, algunos investigadores recomiendan que los suplementos de baya de saúco sólo se utilicen en el curso inicial de la COVID-19.
Hay que tener en cuenta que ningún estudio de investigación publicado ha evaluado el uso de la baya del saúco para la COVID-19. Estas recomendaciones se basan en investigaciones anteriores realizadas sobre las bayas de saúco.
Una revisión sistémica de la baya del saúco concluyó:
- En investigaciones con animales de laboratorio y humanos, el saúco tuvo efectos antivirales, inhibiendo varias cepas de la gripe A y B.
- Las bayas de saúco crudas deben cocinarse para evitar náuseas, vómitos o riesgo de toxicidad por cianuro.
- El saúco debe utilizarse bajo la dirección de un profesional sanitario cualificado.
Los suplementos de baya de saúco se venden más a menudo en forma de líquido o cápsula.
Resumen: Tomar suplementos de baya de saúco puede ayudar a reducir los síntomas de las vías respiratorias superiores causados por infecciones víricas y ayudar a aliviar los síntomas de la gripe. Sin embargo, el saúco también presenta riesgos. Se necesita más investigación.
5. Setas medicinales
Las setas medicinales se han utilizado para prevenir y tratar infecciones y enfermedades desde la antigüedad. Se han estudiado muchos tipos de hongos medicinales por su potencial de refuerzo inmunitario.
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Se sabe que más de 270 especies reconocidas de hongos medicinales tienen propiedades que mejoran el sistema inmunitario.
El cordyceps, la melena de león, el maitake, el shitake, el reishi y la cola de pavo son tipos que han demostrado ser beneficiosos para la salud inmunitaria.
Algunas investigaciones demuestran que la suplementación con hongos medicinales específicos puede mejorar la salud inmunitaria y reducir los síntomas de ciertas afecciones, como el asma y las infecciones pulmonares.
Por ejemplo, un estudio en ratones con tuberculosis, una enfermedad bacteriana grave, descubrió que el tratamiento con cordyceps reducía significativamente la carga bacteriana en los pulmones, mejoraba la respuesta inmunitaria y reducía la inflamación en comparación con un grupo de placebo.
En un estudio aleatorio de 8 semanas en 79 adultos, la suplementación con 1,7 gramos de extracto de cultivo de micelio de cordyceps produjo un aumento significativo del 38% en la actividad de las células asesinas naturales (NK), un tipo de glóbulo blanco que protege contra las infecciones.
La cola de pavo es otro hongo medicinal que tiene poderosos efectos sobre la salud inmunitaria. Las investigaciones en humanos indican que la cola de pavo puede mejorar la respuesta inmunitaria, especialmente en personas con ciertos tipos de cáncer.
Se han estudiado muchos otros hongos medicinales por sus efectos beneficiosos para la salud inmunitaria. Los productos de hongos medicinales pueden encontrarse en tinturas, tés y suplementos.
Resumen: Muchos hongos medicinales, incluidos el cordyceps y la cola de pavo, pueden ofrecer efectos inmunitarios y antibacterianos.
6-15. Otros suplementos con potencial de refuerzo inmunitario
Aparte de los elementos mencionados anteriormente, muchos suplementos pueden ayudar a mejorar la respuesta inmunitaria:
- Astragalus. El astrágalo es una hierba utilizada habitualmente en la medicina tradicional china (MTC). Las investigaciones en animales sugieren que su extracto puede mejorar significativamente las respuestas relacionadas con el sistema inmunitario.
- Selenio. El selenio es un mineral esencial para la salud inmunitaria. Las investigaciones en animales demuestran que los suplementos de selenio pueden mejorar la defensa antiviral contra las cepas de la gripe, incluida la H1N1.
- Ajo. El ajo tiene potentes propiedades antiinflamatorias y antivirales. Se ha demostrado que mejora la salud inmunitaria al estimular los glóbulos blancos protectores, como las células NK y los macrófagos. Sin embargo, la investigación en humanos es limitada.
- Andrographis. Esta hierba contiene andrographolide, un compuesto terpenoide con efectos antivirales contra los virus causantes de enfermedades respiratorias, incluidos el enterovirus D68 y la gripe A.
- Regaliz. El regaliz contiene muchas sustancias, entre ellas la glicirricina, que pueden ayudar a proteger contra las infecciones víricas. Según las investigaciones realizadas en tubos de ensayo, la glicirricina presenta una actividad antiviral contra el coronavirus relacionado con el síndrome respiratorio agudo severo (SARS-CoV).
- Pelargonium sidoides. Algunas investigaciones en humanos apoyan el uso del extracto de esta planta para ayudar a aliviar los síntomas de las infecciones respiratorias virales agudas, como el resfriado común y la bronquitis. Sin embargo, los resultados son contradictorios y se necesita más investigación.
- Vitaminas del complejo B. Las vitaminas B, incluidas la B12 y la B6, son importantes para una respuesta inmunitaria saludable. Sin embargo, muchos adultos son deficientes en ellas, lo que puede afectar negativamente a la salud inmunitaria.
- Curcumina. La curcumina es el principal compuesto activo de la cúrcuma. Tiene potentes propiedades antiinflamatorias, y los estudios en animales indican que puede ayudar a mejorar la función inmunitaria.
- Echinacea. La equinácea es un género de plantas de la familia de las margaritas. Se ha demostrado que ciertas especies mejoran la salud inmunitaria y pueden tener efectos antivirales contra varios virus respiratorios, incluidos los virus sinciciales respiratorios y los rinovirus.
- Própolis. El própolis es un material parecido a la resina que las abejas producen como sellador en las colmenas. Aunque tiene impresionantes efectos de mejora del sistema inmunitario y puede tener también propiedades antivirales, se necesita más investigación en humanos.
Según los resultados de la investigación científica, los suplementos mencionados anteriormente pueden ofrecer propiedades de refuerzo inmunitario.
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Sin embargo, recuerda que muchos de los efectos potenciales de estos suplementos sobre la salud inmunitaria no se han probado a fondo en seres humanos, lo que pone de manifiesto la necesidad de realizar futuros estudios.
Resumen: El astrágalo, el ajo, la curcumina y la equinácea son algunos suplementos que pueden ofrecer propiedades de refuerzo inmunitario. Sin embargo, no se han probado a fondo en humanos. Se necesita más investigación.
Resumen
Muchos suplementos del mercado pueden ayudar a mejorar la salud inmunitaria.
El zinc, la baya del saúco y las vitaminas C y D son algunas de las sustancias que se han investigado por su potencial para mejorar el sistema inmunitario.
Sin embargo, aunque estos suplementos pueden ofrecer un pequeño beneficio para la salud inmunitaria, no deben ni pueden sustituir a un estilo de vida saludable.
Intentar llevar una dieta equilibrada y rica en nutrientes, dormir lo suficiente, realizar actividad física con regularidad y no fumar (o plantearse dejar de fumar si se fuma) son algunas de las formas más importantes de ayudar a mantener sano el sistema inmunitario y reducir las posibilidades de infección y enfermedad.
Si quieres probar un suplemento, habla primero con un profesional de la salud, ya que algunos suplementos pueden interactuar con ciertos medicamentos o son inapropiados para algunas personas.
Además, recuerda que no hay pruebas científicas que sugieran que ninguno de ellos pueda proteger contra el COVID-19, aunque algunos puedan tener propiedades antivirales.
