“El desayuno es la comida más importante del día". Todos hemos oído este dicho, y está ampliamente aceptado como verdad.
La gente suele considerar el desayuno como una comida especialmente sana, hasta el punto de que incluso las directrices dietéticas oficiales recomiendan tomarlo.
La afirmación es que el desayuno ayuda a perder peso, y saltárselo podría aumentar tu riesgo de obesidad.
Esto podría ser preocupante, teniendo en cuenta que casi una cuarta parte de los estadounidenses pasan regularmente del desayuno.
Sin embargo, investigaciones más recientes y de alta calidad cuestionan el consejo único de desayunar.
Este artículo profundiza en el tema del desayuno, investigando si saltártelo es realmente perjudicial para tu salud y te llevará a ganar peso.
Las personas que desayunan suelen tener hábitos más saludables
Sí, las investigaciones indican que las personas que desayunan suelen parecer más sanas. Suelen tener menos sobrepeso y un menor riesgo de padecer ciertas enfermedades crónicas.
Debido a estos hallazgos, algunos expertos no han tardado en afirmar que el desayuno debe ser beneficioso.
Sin embargo, es importante señalar que estos estudios observacionales no pueden demostrar la causa y el efecto.
Así pues, aunque los datos muestran que los que desayunan tienden a estar más sanos, no significa que desayunar sea la razón de su salud.
Las personas que desayunan tienen más probabilidades de adoptar también otros comportamientos saludables. Por ejemplo, suelen tener mejores dietas en general, ricas en fibra y nutrientes esenciales.
Por el contrario, los que se saltan el desayuno son más propensos a fumar, beber alcohol y ser menos activos.
Así pues, el perfil más saludable de los que desayunan podría deberse a estas otras opciones de estilo de vida, no al acto de desayunar en sí mismo.
De hecho, investigaciones más rigurosas, conocidas como ensayos controlados aleatorios, sugieren que el hecho de desayunar o saltarse el desayuno no influye significativamente en tu salud.
Resumen: Los que se saltan el desayuno tienden a ser menos sanos y más pesados que los que desayunan, posiblemente porque los que desayunan tienen otros hábitos de vida saludables.
Desayunar no aumenta tu metabolismo
Puede que hayas oído que desayunar “pone en marcha” tu metabolismo. Esto se basa en la idea del efecto térmico de los alimentos, que es el aumento de la quema de calorías que se produce después de comer.
Sin embargo, lo que realmente influye en tu metabolismo es tu ingesta calórica total del día, no el momento o la frecuencia de tus comidas.
Las investigaciones han demostrado que el total de calorías quemadas durante un período de 24 horas es el mismo, desayunes o no. Por tanto, la afirmación de que el desayuno aumenta el metabolismo no resiste el escrutinio científico.
Resumen: No hay pruebas de que saltarse el desayuno afecte al número de calorías quemadas durante el día.
Saltarse el desayuno no provoca aumento de peso
Contrariamente a la creencia popular, saltarse el desayuno no conduce necesariamente a un aumento de peso. Aunque es cierto que las personas que se saltan la comida de la mañana tienden a pesar más, la razón no está claramente respaldada por la ciencia.
El pensamiento común es que saltarse el desayuno te da mucha hambre, lo que hace que comas más después. Aunque puede que tengas más hambre a la hora de comer, esto no compensa la comida que te has saltado.
Algunas investigaciones indican que renunciar al desayuno podría reducir tu ingesta calórica diaria en 400 calorías.
Esto tiene sentido si lo piensas; básicamente estás eliminando una comida entera.
Un exhaustivo ensayo controlado aleatorio de 4 meses de duración examinó el impacto de desayunar o saltarse el desayuno en 309 adultos con sobrepeso u obesidad. Los resultados no mostraron diferencias significativas de peso entre los dos grupos al final del estudio.
Sugerida para ti: Cuáles son las horas más saludables para comer?
Esta conclusión coincide con otras investigaciones que demuestran que el hecho de desayunar o saltarse el desayuno no parece afectar a la pérdida de peso. Resulta que saltarse el desayuno no tiene efectos negativos observables sobre el peso.
Otros estudios sobre los efectos de los hábitos de desayuno en la pérdida de peso apoyan estos resultados. Saltarse el desayuno no tuvo un impacto visible.
Resumen: Los estudios de mayor calidad indican que saltarse el desayuno no afecta a la ingesta calórica total.
Beneficios para la salud de saltarse el desayuno
Muchas personas que practican el ayuno intermitente se saltan el desayuno como parte de su rutina.
Un método popular es el enfoque 16/8, en el que ayunas durante 16 horas y comes durante una ventana de 8 horas. Esto suele implicar comer desde la hora de la comida hasta la cena, omitiendo el desayuno.
Los estudios han descubierto que el ayuno intermitente puede ayudarte a consumir menos calorías, perder peso y mejorar tu salud metabólica.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que el ayuno intermitente o saltarse el desayuno no es una solución válida para todos. Tu experiencia puede variar.
A algunas personas les resulta beneficioso, mientras que otras pueden tener problemas como dolores de cabeza, bajadas de azúcar en sangre, mareos o falta de concentración.
Resumen: Los protocolos de ayuno intermitente, como el método 16/8, suelen incluir saltarse el desayuno. Esto puede conllevar numerosos beneficios para la salud.
El desayuno no es una comida imprescindible
No hay ninguna magia real en desayunar; no es la “comida más importante del día”, como muchos han afirmado.
Tanto si desayunas como si te lo saltas, no hay mucha diferencia, siempre que hagas elecciones nutritivas para el resto del día.
Sugerida para ti: Ayuno intermitente para mujeres: Guía para principiantes
La idea de que el desayuno pone en marcha tu metabolismo o de que no tomarlo te hará comer en exceso más tarde y ganar peso es en realidad un mito. Esto ha sido desmentido por estudios científicos más rigurosos, conocidos como ensayos controlados aleatorios.
Al fin y al cabo, desayunar depende realmente de ti y de lo que prefieras.
Si por las mañanas tienes hambre y te gusta desayunar, entonces, por supuesto, hazlo. Optar por una opción rica en proteínas es una buena idea.
Por otra parte, si no tienes hambre al levantarte y no crees que necesites desayunar, no dudes en saltártelo. Es así de sencillo.